CUANDO DEDICAMOS UNOS MINUTOS A REFLEXIONAR
Ha transcurrido un año más, casi no importa cuántos son, sino
qué deja grabado en tu alma cada
uno de ellos.
Hoy, cuando me
detengo a reflexionar sobre el tiempo que he permanecido en este mundo,...
puedo apreciar su esplendor en toda su magnitud y agradecer a diario todos los
sucesos y acontecimientos positivos y negativos que me enseñaron y educaron en
cómo pensar, cómo accionar ante situaciones buenas, malas, complejas o difíciles, y cómo ser mejor, conmigo, con mi familia, con mis
amigos y con mi entorno en general.
Desde joven he
tratado de mantener un accionar que me ha resultado bastante aceptado, para lo
cual me he trazado como guía principal, la paciencia del león, la visión del águila
y la destreza del jaguar, lo que unido a la fortaleza de la juventud y la
dureza para vivir y para soportar la inclemencia del tiempo y los vientos, se ha
convertido en el pizarrón mágico donde conservo la mejor imagen acorde a lo
aprendido a diario.
Como me expresó un
amigo en un momento difícil para ambos: - "Creí que al estar solo, herido, en un
lugar difícil y desconocido seria el final... …pero mi mayor alegría fue verme
de pronto rodeado de aquellos que arriesgando su vida llegaron hasta mi”…
Para mí hoy, que
importa cuántos años, meses, semanas, días, horas, hayan pasado,... no me
importa,... hoy no sé si estoy con nuevas amistades, o comunicándome y añorando
los amigos de antaño, pero de lo que sí estoy muy seguro es que estoy
conviviendo y comunicándome a diario con los seres que más quiero
En mis caminos he
visto y he tenido que sobrevivir ante tantas cosas, que ya no me asombra ni la
alegría, ni el dolor..., he visto desde seres con alma animal violando todas
las reglas elementales de la
raza humana,
miserias, destrucción, conflictos armados, hasta
mujeres hermosas que
la ignorancia envejeció.
Qué honor haber sido
y continuar siendo padre, abuelo, esposo, hermano, tío, primo, suegro, cuñado,
amigo.
Qué alegría apreciar
que aun nos queda mucho amor por dar y recibir sin necesidad alguna de
exigirlo.
Para mí, considero maravillosa
esta etapa, donde continúo demostrando cómo soy, dispuesto a seguir adelante con
todo lo vivido y aprendido.
En cierta ocasión tuve
la oportunidad de leer un artículo que me gustaría compartir con todos ustedes:
NO TENGO EDAD, TENGO
VIDA LA VEJEZ ¿EXISTE?
Algunos de nosotros
envejecemos, de hecho, porque no maduramos.
Envejecemos cuando
nos cerramos a las nuevas ideas y nos volvemos radicales.
Envejecemos cuando
lo nuevo nos asusta.
Envejecemos también
cuando pensamos demasiado en nosotros mismos y nos olvidamos de los demás.
Envejecemos si
dejamos de luchar!..
Todos estamos
matriculados en la escuela de la vida, donde el Maestro es el TIEMPO!.
La vida solo puede
ser comprendida mirando hacia atrás. Pero solo puede ser vivida mirando hacia
adelante.
En la juventud
aprendemos; con la edad comprendemos.
Los seres humanos
son como los vinos: la edad estropea los malos, pero mejora los buenos!..
Envejecer no es
preocupante; ser visto como un viejo sí que lo es.
Envejecer con
sabiduría no es envejecer. En los ojos
del joven arde la llama, en los del viejo brilla la luz!..
Siendo así, no
existe edad, somos nosotros los que la creamos.
Si no crees en la
edad, no envejecerás hasta el día de tu muerte.
Personalmente, yo no
tengo edad: TENGO VIDA!
No dejes que la
tristeza del pasado y el miedo del futuro te estropeen la alegría del
presente!..
La vida no es corta;
son las personas las que permanecen muertas demasiado tiempo.
Haz del pasaje del
tiempo una CONQUISTA! y no una pérdida!
Envejece el cuerpo,
pero jamás el espíritu ni el corazón
Sabias palabras, escritas con el corazón.
ResponderEliminarCuando te sientas y reflexionas sobre tu vida, te das cuenta de que has servido de ejemplo para muchos, de maestro para otros o simplemente uno más que va montado en el tren de la vida.
ResponderEliminarPero para ti, simplemente viviste y disfrutaste tu niñez, tu adolescencia, tu juventud y llegas a tu vejez siendo lo que construiste en tu camino y regocijando de tus cosechas.
Pero, aunque pasen los años y ya no tengas esa fortaleza, vas a seguir siendo ese super héroe de alguien que a pesar del tiempo y la edad, siempre espera por tu llegada.